Maigmó

Introducción:

El Maigmó es quizá la montaña más popular de Alicante por su cercanía a la capital, su fácil acceso, su corta ascensión, sus espectaculares vistas, amén de la sensación de vértigo y peligrosidad en su cumbre

Cómo llegar y ruta a seguir:

Desde Alicante tomamos la autovía central dirección a Alcoy. Una vez superada la estación de servicio Xirau, tomamos la primera salida dirección Tibi. Con cuidado de no confundirnos, en la primera rotonda, tomamos dirección Castalla, siguiendo por la carretera paralela a la autovía. Llegamos a una desviación que pone Polígono Industrial, giramos a la izquierda, dejando la ruta inicial pasando por un corto túnel debajo de la autopista. A la salida giramos ¡a la izquierda! por un camino muy estrecho, al final de ese camino giramos a la derecha accediendo al vial que discurre paralelo a la autovía, avanzamos lentamente unos 300 m y giramos a la izquierda tomando un camino medio oculto por la vegetación, pero con un cartel señalizador "Parque Natural del Maigmó".

A partir de ahí iniciamos la ascensión por un camino asfaltado pero muy estrecho. Continuas curvas nos llevan hasta una desviación a mano izquierda que pone "Balcón de Alicante". El estrecho camino inicial se convierte en estrechísimo camino muy empinado (hay que subir en 1ª) con un firme bastante deteriorado. Procurando no mirar los precipicios al borde del camino, llegaremos finalmente a una gran explanada, un área de descanso donde dejamos el coche. Es el Balcón de Alicante, desde allí podemos contemplar unas magníficas vistas (estamos a 1.000 m de altitud) de Alicante y su bahía.

Desde la explanada sale un amplio y empinado camino de tierra que nos llevará a la cumbre, muy cercana, apenas unos 1.200 m pero muy empinada, 300 m de desnivel, con un firme lleno de piedras sueltas que dificultan la ascensión. Procurando subir despacio para no agotarnos en menos de 40' estaremos en la cumbre. La parte final es un poco complicada, necesitaremos ayudarnos de las cuatro extremidades, pero la cima es realmente la más impactante de todas. Es como estar sobre el vértice rugoso de un lápiz, con solo profundos barrancos a nuestro alrededor rodeando una cumbre muy reducida e irregular. De hecho, para llegar al vértice geodésico hay que hacer piruetas sobre la cima y dar un salto (80 cm) sobre el vacío. ¡Vamos!, prohibido para quienes deseen volver enteros. El regreso se hace por el mismo sitio, pero la empinada pendiente y las piedras sueltas hacen casi imposible no resbalar alguna vez besando el suelo con las posaderas.

Una corta excursión, pero intensa y gratificante.

Distancia:

1,2 + 1,2 km

Tiempo:

Unas 2 h ida y vuelta haciendo paradas para contemplar el paisaje y hacer fotos.

Desnivel:

Unos 300 m

Altura máxima:

1.290 m.

Dificultad:

Media, baja. Es muy empinada, con un final abrupto, pero muy corta

Recomendaciones:

Nada especial. No subir en caso de lluvia, niebla o falta de luz. En invierno cuidado con el frío, llevad en la mochila ropa de abrigo, guantes, chubasquero, pasamontañas. En verano cuidado con el Sol, el terreno es muy árido sin una sola sombra. Id despacio a la subida y en la bajada, sobre todo, para evitar caídas y torceduras, hay mucha piedra suelta que propicia continuos resbalones. En la cumbre no haced tontadas, es peligrosa.