Pantano de Tibi

Introducción:

Más que una excursión, la visita al pantano de Tibi puede considerarse como un simple paseo, apropiado cuando no queramos andar mucho o cuando vayamos acompañados de personas de reducida movilidad.

De todas formas, la visita al pantano de Tibi posee un indudable interés histórico pues fue construido bajo el reinado de Felipe II, en 1.580 y reconstruido en 1.738 con Carlos III. Es pues, el pantano más antiguo de toda Europa.

Cómo llegar y ruta a seguir:

Desde Alicante tomaremos la autovía central dirección a Alcoy. Saldremos por la estación de servicio de Xirau. Existe una amplia explanada desde la que sale a mano derecha una carretera perfectamente señalizada al "Embalse de Tibi". Algunas personas dejan ahí el coche y emprenden la marcha andando. No lo aconsejo, porque existen unos 230 m de desnivel y 5,5 km hasta la presa. Al principio, cuesta abajo la cosa va bien pero luego el regreso resulta bastante fatigoso y en días de calor resulta demasiado agobiante. Mejor seguir con el coche hasta llegar a una valla metálica que nos corta el paso. Dejaremos el coche a un lado e iniciaremos la marcha, cuesta abajo por la misma carretera En apenas 1.700 m llegaremos a la parte inferior de la presa. Podemos acercarnos hasta justo la base de la misma. A la derecha existe una escalera tallada en piedra de escalones irregulares, bastante altos, que nos conducen hasta la coronación de la presa a 45 m de altura. No recomiendo subir por ahí por su peligrosidad. Mejor retrocedemos por la carretera ascendiendo por donde hemos venido. A mano derecha, según subimos existe una senda de tierra muy irregular que nos lleva tras una corta subida justo hasta la coronación de la presa. Es el lugar más interesante paisajísticamente pues abarcamos desde una atalaya la garganta donde se ha construido. A nuestra izquierda vemos el sorprendente y enorme lago artificial y a la derecha la caída libre hasta la base de la presa. La parte superior de la presa es amplia pero con una acusada pendiente hacia aguas abajo, lo que crea una aparente sensación de inseguridad. De hecho, algunas personas no se atreven a cruzar al otro lado.

La vuelta podemos hacerla por el mismo sitio por donde vinimos o bien por un sendero que bordea la presa. Esta segunda opción tiene la ventaja de disfrutar con unas vistas magníficas de todo el embalse, de ser una zona más fresca, con más arbolado, pero es un sendero no marcado, irregular, en algunos tramos peligrosamente cercano al embalse, podríamos resbalar y caer irremisiblemente a él. Si vamos con niños mejor usar la carretera original.

Distancia:

1,7 + 1,7 km

Tiempo:

Unas 1,5 h ida y vuelta visitando la base y la coronación de la presa haciendo paradas para contemplar el paisaje y hacer fotos.

Desnivel:

Unos 90 m

Altura máxima:

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Dificultad:

Muy baja, un suave paseo. Si ascendemos por el lateral de la presa sus 45 m de altura por los escalones irregulares, podemos sentir vértigo o pánico, pues no hay donde agarrarse y la verticalidad es extrema. Mejor no intentarlo si no nos sentimos seguros.

Recomendaciones:

Nada especial. Evitando los escalones de la presa, no hay ningún riesgo.