La silla del Cid

Introducción:

La silla del Cid es un macizo montañoso con una forma poco habitual. Desde la autovía que une Madrid con Alicante, a la altura de Petrel-Elda, vemos claramente ese perfil identificativo, el de una gigantesca silla de montar, con dos destacadas y casi simétricas protuberancias en sus extremos limitadas con profundos cortados y una vaguada horizontal entre ellas.

Es una montaña bonita de subir, muy bien señalizada, sin peligro alguno pero con un notable desnivel. Al estar cerca de Petrel y Elda está muy frecuentada por montañeros. Es un excelente gimnasio público para sus habitantes quienes incluso la suben corriendo y con sobrepesos para humillación de quienes intentamos ascender a un ritmo más cansino.

Cómo llegar y ruta a seguir:

Desde Alicante tomaremos la autovía dirección Madrid. Una vez pasada la primera desviación de entrada a Elda, salimos por la primera desviación señalada como Polígono Industrial de Salinetes. Al llegar a una pequeña rotonda, seguiremos todo recto paralelamente a la autovía, veremos a nuestra derecha el clásico panel indicador de madera con su tejadito a dos aguas. Tomaremos la primera desviación a mano derecha y seguiremos el estrecho camino asfaltado entre chalets y casas de campo. La silueta de la Silla del Cid aparece enfrente nuestro, cada vez más cercana. Al llegar a una bifurcación tomaremos el camino de la derecha, el cual hace una ligera vaguada para cruzar un pequeño barranco. Llega un momento en que el camino asfaltado termina, ahí dejaremos el coche e iniciaremos la marcha por la senda de tierra perfectamente marcada.

La primera parte del camino discurre por la ladera oeste, es decir, estamos a la sombra, lo cual se agradece en verano y se maldice en invierno. En la cota 900 m alcanzamos una explanada desde la cual tenemos una magnífica panorámica del valle del Vinalopó. A partir de ahí la pendiente es un poco más suave, con interminables zig-zags hasta alcanzar la cima que no tiene vértice geodésico, solo un pequeño montículo de piedras donde nos haremos la típica foto.

En las cercanías de la cumbre hay unos impresionantes cortados donde es frecuente la práctica de la escalada. Desde esa atalaya tenemos magníficas vistas de la costa y del Maigmó.

Distancia:

4,5 + 4,5 km

Tiempo:

Unas 3,5 h haciendo descansos y las consabidas fotos en la cumbre

Desnivel:

Unos 550 m.

Altura máxima:

1.150 m.

Dificultad:

Media. No es agotadora pero sí exige estar en buena forma. La primera parte tiene una pendiente continua bastante exigente, no existen zonas llanas en todo el trayecto. La senda no ofrece ningún peligro y está perfectamente señalizada. Atención a los resbalones durante la bajada.

Recomendaciones:

Nada especial. No subir en caso de niebla o falta de luz. En invierno cuidado con el frío, llevad en la mochila ropa de abrigo, guantes, chubasquero, pasamontañas. En verano, la segunda parte de la ascensión, incluida la cumbre está totalmente desprovista de vegetación y fuentes de agua, el Sol cae a plomo, sin ningún lugar donde resguardarse. Existe riesgo de sufrir una insolación.

No olvidéis la cámara de fotos, las vistas son magníficas desde lo alto.